Comunicación Gráfica& Publicitaria
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Definir todos los medios y soportes que pondrán en contacto una marca con sus consumidores y usuarios es sólo la primera parte del trabajo. Es necesario saber mantener su identidad y su tono, haciendo que nuestra marca sea coherente y reconocible en 360º.
Un brochure no es lo mismo que un sales folders o un catálogo. Ni un expositor o un stopper deben plantearse de la misma forma que un anuncio para una red social.
Pero todos esos elementos han de ser vertebrados por nuestra marca de manera inequívoca.
Brochures Corporativos
Un brochure corporativo no es algo que podamos crear desde una plantilla, sin ninguna intencionalidad.
Ha de ser algo único y que, además de comunicar el mensaje para el cual fue creado, transmita los valores de nuestra marca de una forma diferenciada, única y singular.
Brochures de Producto
En el brochure de un producto podemos profundizar en la presentación de una oportunidad de negocio, problemas con los que nuestros consumidores pueden encontrarse o mismo cambios de tendencias que apuntan hacia cambios en un sector.
Todo ello con espacio, tanto físico como visual, para inspirar, concienciar e informar, apoyándonos en imágenes, ilustraciones, mensajes, métricas, gráficos, etc.
Hojas de Producto
Las hojas de productos son un material muy ágil y próximo a un producto o a un servicio, facilitando su rápida identificación y ubicación en el portafolio de soluciones de una empresa.
Ofrecen un excelente apoyo a las ventas y a las conversiones, centrando la atención del cliente en las soluciones que necesita.
Sales Folders
Los sales folders ofrecen información vital sobre un producto o servicio, sus beneficios y las oportunidades de negocio a las que aspiran responder.
Guían la fuerza comercial de una compañía y sus distribuidores y colaboradores hacia sus objetivos con mayor seguridad, apoyándose en potentes argumentos visuales, gráficos y métricas.
Comunicación en el punto de venta
En el punto de venta, cada imagen y cada segundo cuenta. El mensaje debe ser directo, la intención clara y el visual impactante.
La competencia siempre juega con una baraja diferente y el trabajo del diseñador consiste en ofrecer a su cliente la baraja más potente.
Catálogos
Un catálogo bien diseñado (y bien impreso) puede decidir una venta.
Diseñar un catálogo no es simplemente exponer una gama de productos. A lo largo de sus páginas, debemos saber transmitir una serie de valores que han sido definidos en la estrategia de branding y en la estrategia de marketing de una compañía. Se necesita planificación, un objetivo claro.
La coherencia entre lo que decimos que ofrecemos y lo que ofrecemos ha de ser máxima.
